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Diario YA


 

Masonería 4.0 ( VI ).

Por mucho que pase, la Masonería sigue siendo hostil a la Iglesia de Jesucristo

Daniel Ponce Alegre.

Teólogo. Cofundador de la Red Iberoamericana de Estudio de Sectas.

Si tuviera que escoger una frase para resumir los casi 25 años que llevo estudiando el fenómeno de las sectas masónicas sería: " Que la Masonería, cuanto más luminosa parece y cuanto mejor revestida de piel de cordero está, más corruptora y maligna es ".

Que la Masonería es una Secta hostil a la Iglesia no admite discusión.

Desde que en 1738, el Papa Clemente XII dio la primera sentencia condenatoria contra la Secta, ha sido excepcional el Pontífice que no se haya ocupado en recordarnos la excomunión inmediata como consecuencia de la pertenencia a una Logia o Asociación Masónicas, ya fueran estas de corte cultural, político o pseudoreligioso - espiritual.

La Encíclica Humanum Genus, " Sobre la pertenencia a la Secta Masónica ", del Pontífice León XIII, y que ha sido recordada por todos sus sucesores, ( previos a Pablo VI y al Concilio Vaticano II, así como a determinado Magisterio de la Iglesia que de él ha emanado en especial la judeomasónica " Nostra Aetate ", y el relativo al Ecumenismo, a las Relaciones Interconfesionales y a las Nuevas Formas de Espiritualidad ), no puede ser más elocuente, constituyendo un documento de análisis histórico y de interpretación de " los signos de los tiempos ".

En el párrafo 5º leemos:

" Puesta en evidencia la naturaleza e intentos de la Secta Masónica, tanto por indicios como por procesos instruidos y por la publicación de sus leyes y manuales rituales, esta Sede Apostólica denuncia y proclama abiertamente que la Secta  Masónica, constituida contra todo Derecho, es perniciosa tanto al Estado, por el fraccionamiento y debilidad social que en él produce, como a la propia Religión Cristiana, por la perversión en la Verdad característica del Diablo, y prohíbe terminantemente a todos los bien amados hijos en la Fe de Cristo Jesús inscribirse en esta Sociedad ".

Una selección de esta fortalecedora Encíclica nos lleva a leer lo siguiente:

" Frente al fingimiento y la astucia de los afiliados de esta Iniquidad, a ejemplo de nuestros predecesores hemos resuelto declararnos contra la misma Secta Masónica y contra todas sus manifestaciones legales, sociopolíticas y culturales, y poner en claro, y a la luz, toda su fuerza Maléfica y a sus seguidores y adeptos, sean quienes sean, e impedir el contagio de tan funesta Peste en nuestra Amada Iglesia, cortando a los que en ella hay que estén al servicio de los planes masónicos tanto contra la Iglesia como contra el Estado, al que los cristianos debemos cuidar pues está puesto por Dios Padre para nuestro bien, con la ayuda de nuestro Señor y Rey Jesucristo ".

" En ella hay cosas semejantes a arcanos, las cuales hay mandato de ocultar con exquisita y maligna diligencia, no sólo a los extraños sino a muchos de sus adeptos, como son los últimos y verdaderos fines de la Secta, a los Maestros en cada sección, las reuniones más íntimas y secretas, y sus deliberaciones o la forma en que se llevan a cabo ".

" Buscan hábilmente subterfugios, tomando la máscara de literatos, sabios y respetados caballeros de órdenes que se reúnen con fines religiosos, culturales o científicos para el bien de la civilización y el deseo de mejorar ".

" Su objetivo último es destruir los fundamentos de todo orden civil ( por medio del socialismo y del nacionalismo ) y religioso ( por medio de sacerdotes que pervierten la Verdad, la Moral y el único Camino que es Cristo Jesús ) establecido por el cristianismo y la Iglesia para después levantar un nuevo orden a su imagen y manera con leyes sacadas del paganismo, del naturalismo, el laicismo y una forma de espiritualidad esotérica o neognóstica que suplanta la Sana Doctrina de Cristo ".

" Recordad, hijos míos, que un poco de levadura hace fermentar toda la masa. Huid de la Masonería y denunciad a aquellos que viven según sus leyes y que pervierten la Verdad, alejándoos de la Salvación ".

En un próximo artículo, Dios mediante, seguiremos desde este Diario, que ama profundamente a toda la Iglesia de Cristo ya sea en Oriente como en Occidente, denunciando a aquellos lobos con piel de cordero, a esos llamados " nuevos constructores ".

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