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Diario YA


 

Madrid sin obras, una utopía

Ángel del Río. 27 de marzo.

     La crisis no ha conseguido que Madrid sea una ciudad libre de obras. Se han paralizado algunos proyectos, pero otros siguen su proceso y ahí están, haciendo que permanezca la imagen de esta ciudad como la del coloso en obras. Ejemplo: la calle de Serrano, obras molestas, claro, pero con un resultado final que va a demostrar que ha merecido la pena el esfuerzo, los estorbos y las molestias; y ahí están las de prolongación del túnel de Santa María de la Cabeza, mucho más que molestas, perturbadoras y dañinas para cientos de miles de conductores que cada día tienen que buscarse la vida para acceder al centro, porque esta vía está cortada al tráfico de entrada, y con un resultado final que va a demostrar que no ha merecido la pena el esfuerzo, los estorbos y las  molestias, vamos, que son unas obras inútiles, largas, costosas y penosas que van a beneficiar sólo a un puñado de vecinos.

     Luego están esas obras, obritas, pequeñas, que son las que más fastidian, porque interfieren en la circulación y no se acaban nunca. Para muestra un botón. Esa zanja abierta en la calle de Alcalá, en su confluencia con la plaza de la Independencia, junto a la valla del Retiro, una obrita que corta un carril de la circulación en un punto tan sensible, tan problemático, y que produce un atasco que afecta a toda la plaza de la Independencia, calle de Serrano y calle de Alcalá, en sentido Ventas. Sencilla, nada aparatosa, pero que lleva un mes abierta sin que se presuma su pronta terminación y que provoca un auténtico colapso circulatorio desde Cibeles hasta la Puerta del Alcalá, con afectación a parte del barrio de los Jerónimos, sobre todo cuando de 2 a 3 de la tarde, hora clave para el tráfico en Madrid, desaparecen de la faz urbana los agentes de movilidad y los de Policía Municipal, por aquello del cambio de turno, y la circulación queda abandonada a su suerte, cosa que sigue sin tener sentido en una ciudad donde el tráfico no descansa a la hora de la comida. Hay que ver cómo una obra tan minúscula produce tanto daño colateral. Esto es Madrid.

 

 
 

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