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Diario YA


 

El aguijón

Y tú más

David Martín. 28 de marzo. Dice el refranero castellano que nunca es tarde si la dicha es buena, y aunque la dicha, por definición rara vez puede ser dañina, la cita popular sirve para resumir lo que La-1 de TVE emitió el pasado miércoles. Por primera vez representantes del Gobierno, oposición, sindicatos y empresarios se juntaban en un plató de televisión para buscar soluciones a la crisis económico-financiera que padecemos. Tiempo ha tenido la cadena pública para haber organizado tal debate mucho antes, pero es de agradecer que no le duelan prendas hacerlo ahora cuando la luz sigue sin siquiera vislumbrase al final del túnel, y además, en horario de máxima audiencia. Por fin la TV pública actúa como lo que es, un medio de servicio público al que no le debe importar el dato de audiencia. Nunca es tarde si la dicha es buena.
 
Intentar que en poco más de hora y media se hable de tema tan complejo y hallar el remedio mágico es tarea ardua, máxime cuando los invitados son muchos y todos ellos quieren eximirse de toda responsabilidad para señalar a cualquier otro culpable. Yo lo estaré haciendo mal, pero tú lo hiciste y sigues haciéndolo peor. No habían transcurrido 20 minutos de coloquio cuando el espectador ya sabía qué derroteros iba a tomar el debate. El presidente de los empresarios manifestó que el PSOE había sido el primer partido en el Gobierno que bajó el Impuesto de Sociedades, momento aprovechado por el portavoz económico del PP en el Congreso para susurrar que tal afirmación no era cierta, a lo que siguió la aseveración queda del Ministro de Trabajo e Inmigración de que sí lo era. Y tú más. De forma sutil la expresión ya estaba sobre la mesa.

Si Gobierno y oposición se preocupaban por demostrar quien de los dos lo estaba haciendo peor ante la dramática situación que vivimos y se olvidaban de aliviar al espectador con soluciones, los representantes sindicales tampoco se quedaban atrás, y culpaban a los empresarios de buscar medidas de dudosa eficacia como es abaratar el despido, algo que Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, quiso matizar sin apenas conseguirlo. Mientras la pelota de la culpabilidad pasaba de un campo a otro sin que nadie la quisiera coger, otro de los representantes, el de la mediana y pequeña empresa, se quejaba de que el dinero prometido por el Gobierno no llegaba a manos de sus representados. Mucho reproche y pocas propuestas para enmendar la situación. Así podíamos estar hasta Nochebuena.

La moderadora fue Ana Pastor quien se mostró en algunas ocasiones demasiado permisiva y claro, cuando hay tanto gallo en el gallinero y la mínima autoridad brilla por su ausencia, la rebelión está asegurada. Díaz Ferrán fue el invitado más rebelde y, cuando la pregunta parecía incomodarle, escogía cualquier otro camino para andar por el debate. Que la conductora del espacio le preguntaba por el abaratamiento del despido, él prefería hablar de la bajada de la cotización a la Seguridad Social; que Pastor no se daba por vencida y repreguntaba sobre el mismo asunto, el representante empresarial volvía a intentar eludir la respuesta aunque finalmente no tuvo más remedio que expresar un tajante “no estamos de acuerdo”. No era tan difícil. El máximo representante de los empresarios llegó más allá cuando la moderadora le pidió máxima brevedad en la intervención y, ni corto ni perezoso, manifestó que iba a tardar lo mismo que había tardado Cándido Méndez en hacer su exposición segundos antes. Órdago del líder empresarial, que debió pensar en el lema de una conocida marca de cosméticos, y del “y tu más” pasó al “porque yo lo valgo”.

En resumen, buen intento de TVE aunque con el mismo resultado de siempre: ninguno. Los españoles que vimos el especial informativo nos fuimos a dormir sin saber cuándo llegará el fin de los males de nuestro bolsillo. El titulo del espacio, “Crisis. Soluciones”, prometía, pero nos quedamos con las ganas. La crisis la conocemos demasiado porque la sufrimos diariamente, pero la segunda parte, la de las soluciones, ni se atisbó ni, lo que es peor, se escuchó. 

 

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